El proyecto se llevó adelante desde la materia “Programación para Celulares” de las carreras del área Informática de la Escuela de Tecnología. Fue seleccionado como finalista para la versión 2014 de los premios Sadosky, galardón que reconoce “las mejores iniciativas de la industria tecnológica nacional”.
El teclado desarrollado, denominado “soft”, es un método de entrada para dispositivos Android que facilita la escritura a personas que poseen algún problema de motricidad fina.
El producto fue desarrollado en conjunto con terapeutas en neuro-desarrollo con el objetivo de brindar a sus pacientes un método de escritura alternativo al lápiz y papel, en un dispositivo portátil como una tableta.
El producto fue desarrollado en conjunto con terapeutas en neuro-desarrollo con el objetivo de brindar a sus pacientes un método de escritura alternativo al lápiz y papel, en un dispositivo portátil como una tableta.
“Estamos hablando de niños en edad escolar cuyos problemas de motricidad fina les hace prácticamente imposible la escritura manuscrita”, explicó Diego De la Riva, profesor adjunto de la asignatura “Programación para celulares”.
Las especialistas determinaron que la tableta y el software disponible podían contribuir a mejorar el desarrollo cognitivo de los chicos. “El problema es que al querer utilizarla como método de escritura se encontraban con algunas dificultades que imposibilitaban su uso: el tamaño de teclas, el auto-completado de palabras, la repetición de caracteres, el cambio de caracteres al dejar presionada una tecla y la falta de indicaciones táctiles como tienen los teclados físicos”, explicó el docente.
Se desarrolló entonces un teclado que logró superar esas dificultades: tiene mayor espacio para las teclas, no tiene auto-completado de palabras, evita la repetición de caracteres y el cambio de caracteres al dejar pulsada la tecla, entre otras mejoras.
La iniciativa fue desarrollada por los profesores de la materia “Programación para celulares” Diego de la Riva y Carlos Di Cicco, además del ayudante alumno Sebastián Sottile. Participaron como alumnos Lucas Daddiego y Julia Mendiola. Intervinieron en el proyecto como profesionales Cecilia Capurro (licenciada en Terapia Ocupacional) y Marcela Zaddra (Fonoaudióloga).