(Album de fotos) - El día 9 de Octubre la Escuela de Educación Especial de Arrecifes organizó una caminata como cada año, y completó la jornada con música y mucha diversión.
Cada persona es un mundo lleno de cualidades y de tesoros por descubrir, más allá de sus deficiencias y de sus limitaciones. Evitar conocer a alguien porque nos parezca "diferente" es negarnos la oportunidad de disfrutar de una relación enriquecedora, es perder el derecho a aprender del otro y de su modo peculiar de vivir y de ver el mundo. Es estar ciego y sordo...es no querer abrir nuestros sentidos a esta experiencia maravillosa que es la vida.
Hoy, hablamos de "integración" y aplaudimos entusiasmados la propuesta. Pero la verdad es que no tendríamos que pensar en integración si no hubiese existido antes un largo camino de marginación, desigualdad y falta de oportunidades para un colectivo de personas a las que etiquetamos como "diferentes" y a las que no les han sido reconocidos sus derechos básicos. La mentalidad social, los prejuicios y las actitudes negativas hacia la discapacidad son algunos de los principales obstáculos a los procesos de integración y de participación social de estas personas.
Por esto mismo quisiéramos proponerte también, que a partir de ésta, la semana de la "No Discriminación", más allá de que la Constitución Nacional avale los derechos de una persona a no ser discriminada por ninguna causa, pongamos énfasis en el respeto y en el trato de todos los días de los hombres en general, cada uno entre quienes lo rodean, cuidando el propio comportamiento y evitando los actos propios que causan daño al espíritu ajeno.
No es fácil, y menos en algunas situaciones en las que quizás pensar en el prójimo implique sacrificarse uno mismo... Pero no hay opción; para convivir en armonía, la única clave es saber ponerse en el lugar del otro, sentir lo que él siente. Y ésta no es, lamentablemente, una práctica constante. La igualdad por sobre todas las cosas, suele pregonarse, pero no se ve así en la práctica, en el trato a los ancianos, a los hombres de diferentes razas, de religiones diversas, de niños, de mujeres, de discapacitados, de enfermos, de personas de condiciones sociales diferentes.
Es que para lograr una situación de real igualdad, debemos reflexionar en todo momento, y no sólo ante aquellos hechos extraordinarios que nos tocan el corazón.
Pensar siempre en el prójimo, ponernos en su lugar. Allí está la clave. Esta semana es una buena ocasión para asumir y transmitir que somos capaces de crecer y compartir una opción más sana de vivir en sociedad.