Así lo afirma Hugh Herr, diseñador biónico, Director del Grupo de Biomecatrónica del famoso Instituto Tecnológico de Massachusetts. Además, es un reconocido escalador, pese a que este ingeniero y biofísico estadounidense de 52 años sufrió la pérdida de sus dos piernas hace 35, cuando quedó atrapado durante tres días en una tormenta de nieve junto con otro montañista, donde las temperaturas de 29º bajo cero las congelaron y fue necesario amputarlas.
Actualmente, además de desarrollar extremidades biónicas de avanzada (que él mismo utiliza), imparte clases en el Instituto y es autor de numerosas publicaciones en su especialidad. Su trabajo le ha valido el reconocimiento internacional.
“Gran parte de mi cuerpo es sintético. Nada de lo que roza el suelo de él es biológico, y todos los meses y años la sofisticación de mis extremidades mejora, mientras mi cuerpo biológico va hacia abajo”, explica, mientras muestra sus prótesis, con las que camina sin dificultades. “El año que viene voy a someterme a cirugía donde me pondrán implantes en mi cuerpo que van a permitir comunicar mi sistema nervioso y las prótesis para poder moverme, sentir las extremidades biónicas, la fuerza y el tacto”.
Asegura que las personas con alguna discapacidad física no deben aceptar su cuerpo como algo roto, resignadamente, sino que existen muchas ayudas que pueden mejorar sensiblemente su condición.
A su vez, es consciente de que, al menos hasta el presente, estos impresionantes adelantos tecnológicos no se encuentran al alcance de todos aquellos que pueden beneficiarse con ellos, dado su elevado costo. Pero también prevé que, como ocurre con todas las novedades, se irán abaratando con el tiempo y permitirán que más personas accedan.
Vaticina, también, que en un futuro no muy lejano la biónica permitirá no solamente superar los inconvenientes físicos, sino que los brazos y piernas biónicas tengan capacidades muy superiores a los biológicos, logros que permitirán que en un futuro no se perciba la discapacidad como algo inherente al ser humano.
Fuente: El Cisne