Santino de 5 años vive en Gahan necesita una silla especial. Mía vive en Salto y le prestó su silla hasta que llegue la que está esperando.
Las familias especiales, dejan plasmadas en el libro de la vida, sus mejores historias. Ejemplos de amor y solidaridad que se viven todos los días como algo común, aunque muchas veces quede guardado en el archivo del silencio.
Ellos no buscan aplausos…no son la primera plana de los diarios, ni esperan un premio. Son felices con un abrazo, con una sonrisa y su corazón te entrega un amor sincero y sin dobleces. Por eso son tan especiales, porque nos enseñan que la vida es simple, y es un regalo que no debemos menospreciar.
Hoy dos nuevos amigos nos dan el mejor de los ejemplos con su solidaridad, y con la alegría de compartir. Dos familias se conocen ayudándose en medio de una dificultad, y nosotros aprendemos que entre todos “unidos” es más fácil alcanzar cualquier meta.
