En este contexto la rehabilitación es clave en la recuperación de la persona. Según la definición médica, se trata de la fase del proceso de atención sanitaria dirigido a atender las secuelas de una enfermedad o trauma que causan disfunción y discapacidad. “Las secuelas que pueden ser rehabilitadas hay que abordarlas desde distintas especialidades que apuntan a la rehabilitación integral del paciente desde el nivel biológico, psicológico y social”, explica la doctora Mónica Clark, Directora Médica Institucional de Fundación AlunCo Internacional, el primer centro transdisciplinario en Argentina que cuenta con tres pilares de trabajo:
• AlunCo Salud, centro de neurorehabilitación ambulatorio donde se brinda un servicio de excelencia en rehabilitación integral, intensivo y personalizado.
• AlunCo Educativa, que aporta herramientas para el desarrollo de talentos y capacidades de profesionales en Salud, Educación y Acción Social.
• AlunCo Social, que a través de AlunCo Salud cumple con una misión filantrópica fundamental dentro de la comunidad.
“Cada uno de estos equipos tienen objetivos individuales pero se desarrollan en forma entrelazada, para ofrecer servicios a los pacientes y a la comunidad profesional y general desde el modelo de la transdisciplina”, dice la doctora Clark. Este enfoque propone el desafío de la no supremacía de un saber, sino del enriquecimiento de todas las disciplinas implicadas en la rehabilitación para ofrecer las mejores respuestas al paciente.
Rehabilitando y reinsertando
“El objetivo final de un tratamiento de rehabilitación, además de la recuperación de las funciones perdidas, debería ser la mejor reinserción social posible de la persona, con un nuevo proyecto de vida acorde a su nueva circunstancia, restaurando su identidad y devolviéndole su integridad”, afirma la especialista. En AlunCo Salud, el abordaje clínico de las discapacidades se entrelaza con el aprendizaje de nuevas habilidades, generando el potencial necesario para que el paciente e incluso su grupo familiar recuperen un nuevo significado en sus vidas, disminuyendo la dependencia institucional y logrando la mejor integración social de cada uno de los participantes.
AlunCo cuenta con programas de atención para niños y adultos con patologías neurológicas como el ACV, enfermedad de Parkinson, Esclerosis Múltiple, traumatismos encefálicos o de médula, trastornos generalizados del desarrollo (T.G.D.) y otras complicaciones que dejan secuelas pasibles de ser rehabilitadas.
Los resultados
Los profesionales que desarrollan sus actividades en AlunCo tienen una larga trayectoria en rehabilitación, y después de varias experiencias dentro y fuera del país se proponen trabajar desde este modelo como respuesta al nuevo paradigma que contempla al hombre como una unidad indivisible bio-psico-social.
Además, AlunCo, en su misión filantrópica, ofrece becas de evaluación y tratamiento para pacientes que se financian a través de programas propios implementados en empresas, que reproducen el modelo de trabajo de la institución para lograr una organización saludable y con personal comprometido con su tarea.
Experiencias de un lado y del otro
• Susana Barrenechea, 68 años. Secuela de ACV.
Mi nombre es Susana Barrenechea. Llegué a Alunco enero de 2013, en silla de ruedas, luego de una fractura de fémur posterior a un ACV, del cual quedé con una hemiparesia del lado derecho. Estuve rehabilitándome desde fines del 2003 en otro centro, en hospital de día durante 6 meses. Y luego estuve atendiéndome con distintos kinesiólogos de modo externo. Al comienzo el objetivo fue volver a caminar y terminar con los dolores. Con el tratamiento pude tener un gran avance. Y una vez que superé el dolor salí de la silla de ruedas. Hoy trabajo en un grupo, con el que estoy recuperando mucho, eso siento. Mi familia me sostiene en la rehabilitación, ellos me dan todo el empuje y me siento motivada.
• Lic. Verónica Lerch, Kinesióloga en Centro AlunCo Salud.
Compartir trabajo en equipo real, con lo que eso significa, es un privilegio que no se ve en muchas instituciones. Trabajamos juntos y la comunicación entre las diferentes especialidades está siempre a disposición.
Nuestro trabajo en esta área se realiza entre colchonetas, espejos, paralelas y pelotas de rehabilitación; pero también entre alegrías por los avances cotidianos de cada paciente que son sentidos como logros del equipo. Cada silla de ruedas que ya no es necesaria, o cada trípode que puede ser dejado de lado es un éxito y una gratificación que es difícil expresar en palabras, pero que da las fuerzas y las ganas de ir a trabajar cada día sabiendo que “ellos” (los pacientes) están esperando nuestro hombro para poder seguir el largo, y muchas veces difícil camino, de la tan ansiada rehabilitación.
Fuente: El Cisne