En él se expone que las mujeres con altos niveles de inflamaciones causados por las citoquinas y las quimioquinas, proteínas que controlan la comunicación celular en el sistema inmune, aumentan el riesgo en sus niños de presentar autismo combinado con discapacidad mental.
Hallaron que el perfil, en estos casos, difiere del las que se producen en casos de discapacidad mental solamente y de las de la población general.
Judy van der Water, directora de la investigación, afirmó que este hallazgo abre nuevas vías para identificar posibles marcadores para distintos subfenotipos de Autismo.
En trabajo abarcó a un grupo de mujeres que dieron a luz entre 2000 y 2003, 184 de los hijos de ellas fueron diagnosticados con Autismo y discapacidad mental, 201 solamente con Autismo, 188 únicamente con discapacidad mental y otros 428 sin los dos, funcionando como control.
Los investigadores sugirieron que debiera prestarse mayor atención de la que se le concede a los problemas inmunitarios en las gestantes, sobre todo en los primeros dos trimestres del embarazo, para prevenir, en lo posible, la producción de estos casos.
Para ello creen que debe prestarse especial atención a diversos factores que pueden intervenir disparando reacciones del sistema inmunológico que provoquen dicho tipo de inflamaciones, sobre todo a los ambientales, dado que es conocido el efecto que producen los pesticidas y otras sustancias nocivas.
También explican que algunos otros casos es posible que se deban a transmisión genética parental.
Muy probablemente esta combinación de Autismo y discapacidad mental se deba a que los problemas inmunológicos afecten a alteraciones en el desarrollo neurológico del feto.
Teniendo en cuenta la alarmante cantidad de casos (1 de cada 68 niños en los EE.UU.), parece necesario prestarle atención a cualquier acción que pueda tomarse como prevención.
Fuente: El Cisne
