Al ser una patología de alto costo y baja incidencia, la cobertura cubre todos los gastos si se presenta un certificado de discapacidad. “En el caso contrario, el paciente y/o su entorno asume lo que corresponde, lo que fluctúa entre un 40 a 60 por ciento de los gastos”, indicó Kuperman.
Celica Ysrraelit, médica neuróloga del FLENI y del Equipo de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de la Fundación Raúl Carrea, indicó a la Agencia CyTA que la esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, potencialmente discapacitante, que afecta principalmente a adultos jóvenes de entre 20 y 40 años.
“El impacto económico que representa es enorme no solo para los pacientes sino también para familiares, cuidadores, servicios de salud y al Estado en su conjunto”, señaló.
Hoy en día existen tratamientos disponibles, altamente efectivos, que permiten a los pacientes mantenerse clínicamente estables durante períodos prolongados retrasando o incluso, en algunos casos, evitando la aparición de la discapacidad. “Si bien los tratamientos farmacológicos son costosos, hay que considerar otros gastos adicionales asociados a la discapacidad para calcular el real impacto económico a largo plazo”, explicó Ysrraelit.
El estudio constituye un parámetro que podrá ser compartido “con médicos, pagadores e instituciones gubernamentales para coordinar acciones que apunten a mejorar la calidad de vida de los pacientes”, destacó Kuperman.
Fuente: El Cisne