Las personas con discapacidad tienen derecho a ejercer su sexualidad en libertad, desafiando los estereotipos que no permiten integrar el placer sexual con las diferentes realidades físicas, mentales o sensoriales, un proceso que en Argentina “se está transitando”, analizó para Télam Silvina Peirano, especialista en la temática.
Peirano es profesora en educación especial, orientadora sexual en discapacidad y fundadora de la organización Sex Asistent, con sede en Barcelona, España, país del que regresó a su Argentina natal, donde las personas con discapacidad “están en el tránsito de visibilizar y validar su sexualidad”.